Contenido
I.
Introducción
En principio, existen
varias maneras de abordar el pensamiento de San Gregorio de Nyssa, y la forma
como se estudia el presente trabajo de investigación, será crucial para
comprender su intención catequética en la totalidad.
En efecto, el
objetivo consistirá en estudiar la doctrina de la οἰκονομία divina
en la "Oratio Catechetica Magna”, teniendo en consideración el
contexto histórico del Santo (c. 335-395). Dicho tema es relevante,
como se observará, porque toca los fundamentos de la enseñanza cristiana. En
efecto, la pregunta que guiará los cinco capítulos será: ¿Qué
entiende Gregorio de Nisa por οἰκονομία divina?
Un método
frecuentemente elegido es seleccionar un tema muy específico de la
multitud de
asuntos tratados por Gregorio y examinar las afirmaciones sobre dicho tema en
varios trabajos, pero en este caso, para respetar el contexto y la intención
del autor, fue consultado, especialmente, como fuente primaria el Λόγος
Κατηχητικός. Considerando, que como grandes límites siempre estarán: la distancia
de época y el horizonte hermenéutico de Gregorio.
Para llegar al
objetivo propuesto, el tema estará distribuido en cinco capítulos: 1) El
término οἰκονομία referida a la acción de Dios; 2) El
lugar de la Encarnación del Hijo en la οἰκονομία del
misterio de Dios; 3) El misterio de Dios sobre la οἰκονομία
de la muerte; 4) El centro de la οἰκονομία:
la resurrección de Cristo y sus efectos; 5) La
relación de Encarnación, Muerte y Resurrección en la οἰκονομία
divina. Esta división tiene una lógica basada en la creación, encarnación, muerte
y resurrección porque son datos claves de la enseñanza cristiana y que
ampliamente están relacionados con la οἰκονομία divina en Gregorio.
A continuación, una aproximación a la "Oratio
Catechetica Magna”.
II.
Desarrollo
1.
El término οἰκονομία referida a la acción de Dios
Esta primera parte del desarrollo es
fundamental para comprender los siguientes capítulos porque se verá cómo
Gregorio de Nisa plantea una visión total de la enseñanza cristiana en su
razonamiento catequético, presentando sus argumentos de manera rigurosa,
concluyente y sin contradicción[1].
A primera vista su enfoque es bien didáctico,
motivado por la apología, elaborando un examen detallado sobre la doctrina de
la οἰκονομία.
En el capítulo 5.1[2],
aparece, por
primera vez el término οἰκονομία en la Oratio
Catechetica Magno[3] para significar
particularmente el plan salvífico; a propósito, en la mente de Gregorio la οἰκονομία
está ligada con la historia de la salvación.
Ahora bien, en el prólogo
Gregorio nos afirma que el objetivo de su obra consiste en reconducir a la auténtica
doctrina (διδασκαλία) a sus
adversarios, que será visto
más adelante quiénes son.
A propósito, en la Oratio Catechetica
Magna están separados el significado de Theologia
y οἰκονομία[4],
aunque existe estrecha relación entre ellas, se regulan entre sí y no hay
contradicción entre las mismas. Pero, lo que nos interesa es cómo la οἰκονομία
describe la acción salvífica atestiguada por los hechos en la historia.
En efecto,
el tema de la οἰκονομία en Gregorio está desarrollado en clima de controversia,
sus oponentes eran eruditos, cabezas pensantes de la época y por lo mismo él
estructura no con menos elegancia sus argumentos para refutar sus opiniones que
estima equivocadas.
En realidad, para
Gregorio toda οἰκονομία
divina se resume en la acción de Dios.
Básicamente, está claro
que dicha doctrina se despliega como una doctrina de la Trinidad, que es el
gran Autor de la historia de la salvación. En el fondo muestra que Dios es
Bueno y Perfecto a través de la historia de la salvación (creación, sufrimiento,
muerte y Resurrección y la venida del Espíritu, etc.)[5].
Entonces, la οἰκονομία divina no está
encapsulada, ni cerrada en sí misma porque el proyecto de Dios trasciende,
abarca toda la Creación (24, 2)[6],
por tal motivo tampoco nuestra naturaleza inteligible está encarcelada en la
carne (10,3)[7].
Dios es verdaderamente perfecto, inmortal, eterno y trabaja en lo bueno. Dios
es bueno y siempre genera la bondad en su creación.
Prácticamente, Gregorio defiende
la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ frente a los
que hablan mal de ella -de su realidad y de sus frutos- con especulaciones
filosóficas[8],
él responde con la necesaria forma de la verdad en sus argumentos (26, 1)[9].
Resaltan en aquella época especialmente dos oponentes: a) la
postura pagana (ὁ ἕλλην) que pone en primer lugar
la razón y la sabiduría (Σoφíα); b) Después había tendencias judaizantes, que
se infiltraron dentro del cristianismo, que ya existían desde la época de Pablo
y querían mantener las doctrinas del judaísmo (con fundamento en la Escritura). De
alguna manera, el gran riesgo de estos pensamientos contrarios era considerar
absurda la acción divina realizada en la naturaleza humana. Resulta que para
sus oponentes Dios no puede mezclarse con la humanidad. Sin embargo, el Santo
intentó demostrar que no hay nada indigno en Dios porque su οἰκονομία supera nuestro
razonamiento.
De acuerdo con
Gregorio tanto paganos como judaizantes aceptan εἶναι Λόγον Θεοῦ καὶ Πνεῦμα (la
existencia de un Verbo y de un Espíritu), pero ellos no concuerdan con la οἰκονομία
τοῦ Θεοῦ Λόγου según el hombre, porque les resulta increíble e indigno. Deducen
de ello el rechazo de la condición humana del Hijo. En
efecto, a raíz de este rechazo y/o aceptación Gregorio asegura la libertad que
tiene el hombre ante la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ cuyo culmen es la Encarnación del
Λόγος (6,1)[10].
En suma, la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ da a
conocer en el hombre la mezcla de inteligible y de sensible, es decir nuestra condición
de creaturalidad narrada en el
Génesis, además nos permite comprender nuestra elevación de lo terrenal a lo
divino porque Dios implantó en el hombre su aliento (ruah), extendiendo la Gracia a toda la Creación (6, 4)[11].
2.
El lugar de la Encarnación del Hijo en la οἰκονομία del misterio de Dios
El evento de la
Encarnación del Hijo es fundamental en la οἰκονομία divina[12]. Al mismo tiempo, en este evento está presente la
salvación del hombre porque él no puede salvarse a sí mismo. Con la Encarnación
se explica el cómo y por qué ha llegado la acción redentora al ser humano (17, 1)[13]. Para simplificar, Aquel que se encarnó, creció y
murió es el que salva a la humanidad de la Muerte (καὶ
τῇ τοῦ θανάτου πείρᾳ σώζων τὸν ἄνθρωπον).
Gregorio habla
sobre el evento Cristo en su totalidad, afirmando que en la Encarnación se
revela el descenso de lo divino. Pues, en el Misterio de la Encarnación la
divinidad se mezcla con la humanidad (11, 1)[14].
El Hijo toma nuestra condición humana, por tanto, de la οἰκονομία τοῦ
μυστηρίου τοῦ Θεοῦ nadie
puede avergonzarse, Dios nos enseña que nació en un hombre y es el mismo Dios
que seguimos creyendo. Es el Dios que está en todo, mirando el universo. Al
respecto Gregorio hará la pregunta retórica: τί ἐπαισχύνον τῇ οἰκονομίᾳ τοῦ
μυστηρίου τοῦ θεὸν ἐν ἀνθρώπῳ γεγενῆσθαι διδάσκοντος τὸν οὐδὲ νῦν ἔξω τοῦ ἀνθρώπου
εἶναι πεπιστευμένον; (25, 1)[15].
Para el Santo, aun no logramos descifrar la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου de la Encarnación porque no comprendemos de qué manera la divinidad se mezcla con el
hombre. Sin embargo, no deja en dudas que el λóγος se
haya encarnado en una naturaleza de hombre (11, 2)[16].
Sólo que este μυστήριον supera el
método racional (25, 2)[17]
y por eso el Santo pregunta: ¿cuál es el efecto de la eficacia de la economía
del misterio de Dios en el hombre? (τί ἐπαισχύνον τῇ οἰκονομίᾳ τοῦ μυστηρίου
τοῦ θεὸν ἐν ἀνθρώπῳ). No obstante, desde la convicción que nace de la fe
Gregorio reafirma que el Hijo encarnado nació en un parto, fue nutrido, creció
y también pasó por la experiencia de la muerte, a saber, liberó al hombre del Pecado,
para hacernos parte de la vida de Dios, evidenciando así que la Encarnación
traduce la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου. A propósito, Gregorio sostiene que la
Encarnación sólo adquiere su significado soteriológico después de la
Resurrección.
En fin, desde el punto de vista de la οἰκονομία divina,
la Encarnación es apropiada, consistente y lógica, de hecho, necesaria. De lo
contrario, la voluntad salvífica de purificar y reconstruir la naturaleza caída
no sería totalmente efectiva.
Como objeción, Gregorio rechaza una descripción
y explicación de la realidad de la unión de Dios y el hombre, ya que trasciende
todo pensamiento y especulación humana. Sin embargo, este razonamiento no debe
aplicarse al resto de la Oratio Catechetica
Magna ya que generalmente no se detiene a analizar este misterio. Él solo
rechaza la explicación por razones catequéticas.
Obviamente,
plantea que los problemas cristológicos eran demasiado complicados (conocía
Eunomio y Apolinar) para los destinatarios, que podían prescindir de estas explanaciones
especiales. Pero él se esfuerza por presentarlo de una manera lógica y
rigurosamente exacta y conceptualmente precisa. En estricto rigor intentó exponer
la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου de la unificación de
Dios y el hombre en la Encarnación.
3.
El misterio de Dios sobre la οἰκονομία de la muerte
En dos ocasiones, Gregorio habla de la muerte de Cristo, pero sólo para defenderla de toda adversidad (32, 6)[18]. En ambos casos, sin embargo, también va a tratar de la resurrección. Únicamente en el capítulo XXXII entra más estrechamente en la crucifixión (σταυρόω) de Cristo. En verdad cuando habla de la muerte en cruz, Gregorio apunta a la resurrección, que proporciona el verdadero significado de la salvación. En suma, la muerte es y sigue siendo simplemente el prerrequisito necesario para la resurrección.
Para tratar sobre οἰκονομία τοῦ θανάτου[19], Gregorio lo hace con base soteriológica. Para él, Dios tuvo que pasar por todas las peculiaridades del hombre, de lo contrario, el plan salvífico se habría quedado solo a medias. Dios nos ha devuelto la vida con su muerte.
Cuando la divinidad decidió caminar entre los hombres necesariamente tuvo también que pasar por la muerte (32, 2)[20]. Luego sin la muerte de Cristo no hubiera llegado la otra vida (Resurrección). Pero, la οἰκονομία τοῦ θανάτου únicamente es comprensible desde el proyecto de la salvación trazado desde el inicio de la creación. Dios no nació porque él necesitaba vivir sino porque nosotros necesitábamos de la Vida (ζωή), con su poder resucitó al hombre entero (32, 3)[21].
Gregorio habla sobre el
misterio de Dios en la οἰκονομία de la muerte (32, 6)[22] como un momento oportuno en el que se reúnen las diferentes naturalezas
de los seres en un solo acuerdo y una sola armonía (ὅτι ὁ ἐπὶ τούτου
ἐν τῷ καιρῷ τῆς κατὰ τὸν θάνατον οἰκονομίας διαταθεὶς ὁ τὸ πᾶν πρὸς ἑαυτὸν
συνδέων τε καὶ συναρ μόζων ἐστί, τὰς διαφόρους τῶν ὄντων φύσεις πρὸς μίαν σύμπνοιάν
τε καὶ ἁρμονίαν).
Finalmente, en perspectiva
de la οἰκονομία τοῦ
θανάτου resaltará que la Cruz (en la cual Jesús murió) tiene una dimensión
cósmica porque su efecto abarca toda la hondura, la altura, la anchura y la largura del
universo, conforme se lee en Filipenses: "En el nombre de Jesucristo se
doble toda rodilla, en los cielos, en la tierra y en el abismo” (32, 7-11)[23].
En resumen, aquí
está presente el misterio del plan providente de Dios (16, 9)[24]
sobre la muerte y sobre la resurrección de entre los muertos (Καὶ τοῦτό ἐστι τὸ
μυστήριον τῆς τοῦ Θεοῦ περὶ τὸν θάνατον οἰκονομίας καὶ τῆς ἐκ νεκρῶν ἀναστάσεως),
que ahondaremos más en el siguiente capítulo.
4.
El centro de la οἰκονομία: la resurrección de Cristo y sus efectos
En dos momentos durante su apología de los eventos de Cristo, Gregorio
habla de resurrección (Ανάστασις) de Cristo (16, 7-9)[25]. Y ambos momentos están relacionados con la defensa de la
muerte de Cristo contra la postura que no acepta el hecho indecoroso de la
crucifixión del Hijo. En efecto en dichas ocasiones son utilizados más
catequéticamente los argumentos. Esto
corresponde al hecho que Gregorio considera la resurrección como el centro de
la οἰκονομία. Pues,
por medio de la resurrección regresamos a la vida eterna (Ζωή αἰώνιος).
Seguidamente, Gregorio intenta describir el evento
central de la fe cristiana y en su explicación abarca tanto la resurrección de
Cristo como la de todos los hombres restaurados. Indudablemente, este evento
salvador tiene como requisito previo la unión de las dos naturalezas en Cristo.
Además, sostiene que la vida del hombre como alma y cuerpo estará en comunión
permanente con Dios.
Así como la muerte entró a causa del pecado y atañe a
todo hombre, también la resurrección se extiende a toda la humanidad (16, 8)[26]. En sintonía con lo anterior, Gregorio enfatiza la
inestabilidad de la muerte, que explica refiriéndose a la tipología de
Adán-Cristo de Romanos 5. Por eso, en un cierto sentido Gregorio formula con
mucha cautela, que la resurrección de Cristo tiene un significado que va más
allá de nuestra comprensión.
En consecuencia, para él, la resurrección ocupa el
centro de la οἰκονομία[27] y la explica con la siguiente formulación: el cuerpo y
el alma se han reunido en Cristo, por su poder la unión de lo separado pasa
igualmente a toda la naturaleza humana (16, 9)[28], por la resurrección se da el punto de encuentro, que
había sufrido disolución por obra de la muerte.
Finalmente, en
Gregorio la resurrección pasará a ser un Principio (ἀρχή) que se aplica a toda la humanidad;
propiamente en el capítulo 32 aclara hasta qué punto la resurrección es un
principio para toda la humanidad, en la que por un ser humano (Cristo) toda la
humanidad fue redimida. Ella no es solo una posibilidad, sino que es el nuevo
principio activo de Dios, que Él llevará a su fin, eso debido a la infinitud de
su bondad, de su amor por la naturaleza humana.
En definitiva, la
resurrección es el misterio de la οἰκονομία redentora de Dios. Cristo termina con la muerte y desencadena
el nuevo principio de la resurrección que genera la vida. Ahora, la humanidad
decaída ganará su participación en la vida divina.
5. La relación de
Encarnación, Muerte y Resurrección en la οἰκονομία divina
En lo que se ha
mostrado hasta ahora, la resurrección de Cristo se ha establecido como el
evento salvífico decisivo de la οἰκονομία divina. Por lo tanto, ahora se
puede preguntar qué significado se le da a la muerte y la encarnación desde la
resurrección[29].
Ahora bien, la muerte
(οἰκονομία τοῦ
θανάτου) y la resurrección (Ανάστασις)
de Cristo son dos eventos que no se pueden separar. Es decir, sin la muerte, la
resurrección no podría tener lugar. Debido a que la resurrección está
necesariamente relacionada con la muerte, negarla sería una falacia (8, 3-4)[30]. Con
esta premisa Gregorio responde a quienes no aceptan (Eunomio y Apolinar) la
muerte del Hijo porque sería indecorosa (IX, 1: τὸ γὰρ θεοπρεπὲς τῆς ἐκ νεκρῶν ἀναστάσεως
διὰ τὸ περὶ τὸν θάνατον ἀπρεπὲς οὐ προσίενται).
Conviene
aclarar, que el efecto creador de la vida no proviene de la muerte, sino de la resurrección
de Cristo, sin embargo, la muerte es condición indispensable para la resurrección
y, por lo tanto, para la salvación del hombre. Quizás, Gregorio aquí no apunta
al tema sacrificial sino en que Jesús tenía consciencia que le esperaba la
Muerte.
Entonces, la
relación de lo que venimos hablando consistiría en lo siguiente: la Muerte
únicamente puede pasar si es precedida por la encarnación. A su vez, Cristo
tuvo que pasar por la muerte para que acontezca la resurrección[31]. Luego,
para Gregorio, la misma encarnación tiene como horizonte la superación de la muerte;
por eso se preocupará del significado de la resurrección para poder transmitir
el sentido de la encarnación (9, 1-2)[32].
Aquí encontramos
la clave del pensamiento de Gregorio sobre la οἰκονομία
τοῦ Θεοῦ, todo lo que es, y sobre todo su finalidad, en ella está resuelta la
salvación de todos porque tiene un carácter universal.
III.
Conclusión
En el tema de la doctrina de la
οἰκονομία τοῦ Θεοῦ, prácticamente, trata sobre la acción divina. Nos permite
reconocer que la creación del mundo es un acto de amor y la misma vida humana
dañada por el pecado experimenta la salvación por medio de la encarnación,
muerte y resurrección de Cristo.
Llama la atención cómo Gregorio
abordó los puntos neurálgicos de la doctrina cristiana contra sus oponentes
eruditos, que tergiversaban o malentendían la acción divina recibida y
transmitida por la tradición eclesial, sobre todo al respecto de Hijo.
En la οἰκονομία reconocemos el
plan salvífico, que revela nuestra condición de creaturalidad, esto es, desde
el inicio Dios tiene un proyecto de amor que permea toda la Creación.
Comprender bien la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου implica
traducir la vida cristiana en una espiritualidad encarnada, no etérea, porque
el Logos tomó nuestra condición humana, involucrándose con la historia del
hombre. Sólo que este μυστήριον supera
nuestra razón.
Después, la οἰκονομία
τοῦ θανάτου
únicamente en clave de la salvación debemos comprenderla. Implica reconocer la
muerte como un paso más para nuestra plena redención.
Finalmente,
la resurrección ocupa el centro de la οἰκονομία porque es el μυστήριον que nos hace participar plenamente de la vida
divina, otorgándonos la salvación eterna y la comunión permanente con Dios.
IV.
Bibliografía
Fuentes primarias:
Libros
- Winling, Raymond. Discours
Catéchétique. Paris:
Éditions du Cerf, 2000.
2.
Gregorio, de Nyssa,
Santo. La gran catequesis. Madrid:
Ciudad Nueva, 1994.
Fuentes secundarias:
Libros
1.
Jakob
Kees, Reinhard. Die Lehre von der
Oikonimia Gottes in der Oratio catechetica Greogors von Nyssa. New
York: E.J. Brill, 1995.
2.
Tomislav. Koljatic
Maroevic «Vida, muerte y resurrección en
la Gran Catequesis de Gregorio de Nisa». Tesis
de Licenciado en Teología Dogmática. Pontificia Universidad Católica de Chile, 1995.
Artículos
3.
Zañartu, Sergio. «El Dios razonable de la gran catequesis de
Gregorio de Nisa». Teología y Vida, Vol.
XLV (2004), 564-604.
4. Maspero,
Giulio. «θεολογία, οἰκονομία e ἱστορία: La teologia della storia di Gregorio di
Nissa». Tesis Doctoral. Facultad de Teología de la Universidad de Navarra,
2003.
[1] El
desarrollo de esta sección está basado en los capítulos: 5, 1; 6, 4; 10,3; 23,
4; 24, 1; 34,3.
[2] 51.
[4]Sobre la relación entre Theologia y Oikonomia
puede verse en: Jakob Kees, Die Lehre von
der Oikonomia Gottes in der Oratio catechetica Greogors von Nyssa (New
York: E.J. Brill, 1995), 58-63.
[5] Al
respecto de la οἰκονομία como historia de la acción divina puede profundizarse
en Giulio Maspero, «θεολογία, οἰκονομία e ἱστορία: La teología della storia di
Gregorio di Nissa» (Tesis Doctoral, Facultad de Teología de la Universidad de
Navarra, 2003), 301-439.
[7] 72.
[8] Sobre
los argumentos contra el politeísmo griego y la incredulidad judía puede
analizarse en: Sergio Zañartu, «El Dios razonable de la gran catequesis de
Gregorio de Nisa», Teología y vida,
Vol. XLV (2004), 564-604.
[9] 79.
[10] 56.
[11] 57.
[13] 85.
[14] 73.
[16] 74.
[17] 98.
[18] 114.
[21] 113.
[22] 114.
[23] 114-116.
[24] 81.
[25] 81-83.
[26] 82.
[27] Para
comprender más sobre la resurrección como centro de la οἰκονομία
conviene ver: 16, 7-9;
32, 1-10.
[28] 82.
[30] 64.
[31]Cf. Koljatic
Maroevic Tomislav «Vida, muerte y resurrección en la
Gran Catequesis de Gregorio de Nisa» (Tesis de
licenciatura en Teología Dogmática, Pontificia Universidad Católica de Chile,
1995), 10-20.