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“La doctrina de la οἰκονομία divina en la Oratio Catechetica Magna”

20 de dezembro de 2017


Contenido

                                                      










I.                   Introducción

En principio, existen varias maneras de abordar el pensamiento de San Gregorio de Nyssa, y la forma como se estudia el presente trabajo de investigación, será crucial para comprender su intención catequética en la totalidad.
En efecto, el objetivo consistirá en estudiar la doctrina de la οἰκονομία divina en la "Oratio Catechetica Magna”, teniendo en consideración el contexto histórico del Santo (c. 335-395). Dicho tema es relevante, como se observará, porque toca los fundamentos de la enseñanza cristiana. En efecto, la pregunta que guiará los cinco capítulos será: ¿Qué entiende Gregorio de Nisa por οἰκονομία divina?
Un método frecuentemente elegido es seleccionar un tema muy específico de la
multitud de asuntos tratados por Gregorio y examinar las afirmaciones sobre dicho tema en varios trabajos, pero en este caso, para respetar el contexto y la intención del autor, fue consultado, especialmente, como fuente primaria el Λόγος Κατηχητικός. Considerando, que como grandes límites siempre estarán: la distancia de época y el horizonte hermenéutico de Gregorio.
Para llegar al objetivo propuesto, el tema estará distribuido en cinco capítulos: 1) El término οἰκονομία referida a la acción de Dios; 2) El lugar de la Encarnación del Hijo en la οἰκονομία del misterio de Dios; 3) El misterio de Dios sobre la οἰκονομία de la muerte; 4) El centro de la οἰκονομία: la resurrección de Cristo y sus efectos; 5) La relación de Encarnación, Muerte y Resurrección en la οἰκονομία divina. Esta división tiene una lógica basada en la creación, encarnación, muerte y resurrección porque son datos claves de la enseñanza cristiana y que ampliamente están relacionados con la οἰκονομία divina en Gregorio.
A continuación, una aproximación a la "Oratio Catechetica Magna”.






II.                Desarrollo

1.      El término οἰκονομία referida a la acción de Dios

Esta primera parte del desarrollo es fundamental para comprender los siguientes capítulos porque se verá cómo Gregorio de Nisa plantea una visión total de la enseñanza cristiana en su razonamiento catequético, presentando sus argumentos de manera rigurosa, concluyente y sin contradicción[1]. A primera vista su enfoque es bien didáctico, motivado por la apología, elaborando un examen detallado sobre la doctrina de la οἰκονομία.
En el capítulo 5.1[2], aparece, por primera vez el término οἰκονομία en la Oratio Catechetica Magno[3] para significar particularmente el plan salvífico; a propósito, en la mente de Gregorio la οἰκονομία está ligada con la historia de la salvación.
Ahora bien, en el prólogo Gregorio nos afirma que el objetivo de su obra consiste en reconducir a la auténtica doctrina (διδασκαλία) a sus adversarios, que será visto más adelante quiénes son.
A propósito, en la Oratio Catechetica Magna están separados el significado de Theologia y οἰκονομία[4], aunque existe estrecha relación entre ellas, se regulan entre sí y no hay contradicción entre las mismas. Pero, lo que nos interesa es cómo la οἰκονομία describe la acción salvífica atestiguada por los hechos en la historia.
En efecto, el tema de la οἰκονομία en Gregorio está desarrollado en clima de controversia, sus oponentes eran eruditos, cabezas pensantes de la época y por lo mismo él estructura no con menos elegancia sus argumentos para refutar sus opiniones que estima equivocadas.
En realidad, para Gregorio toda οἰκονομία divina se resume en la acción de Dios. Básicamente, está claro que dicha doctrina se despliega como una doctrina de la Trinidad, que es el gran Autor de la historia de la salvación. En el fondo muestra que Dios es Bueno y Perfecto a través de la historia de la salvación (creación, sufrimiento, muerte y Resurrección y la venida del Espíritu, etc.)[5].
Entonces, la οἰκονομία divina no está encapsulada, ni cerrada en sí misma porque el proyecto de Dios trasciende, abarca toda la Creación (24, 2)[6], por tal motivo tampoco nuestra naturaleza inteligible está encarcelada en la carne (10,3)[7]. Dios es verdaderamente perfecto, inmortal, eterno y trabaja en lo bueno. Dios es bueno y siempre genera la bondad en su creación.
Prácticamente, Gregorio defiende la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ frente a los que hablan mal de ella -de su realidad y de sus frutos- con especulaciones filosóficas[8], él responde con la necesaria forma de la verdad en sus argumentos (26, 1)[9]. Resaltan en aquella época especialmente dos oponentes: a) la postura pagana (ὁ ἕλλην) que pone en primer lugar la razón y la sabiduría (Σoφíα); b) Después había tendencias judaizantes, que se infiltraron dentro del cristianismo, que ya existían desde la época de Pablo y querían mantener las doctrinas del judaísmo (con fundamento en la Escritura). De alguna manera, el gran riesgo de estos pensamientos contrarios era considerar absurda la acción divina realizada en la naturaleza humana. Resulta que para sus oponentes Dios no puede mezclarse con la humanidad. Sin embargo, el Santo intentó demostrar que no hay nada indigno en Dios porque su οἰκονομία supera nuestro razonamiento.
De acuerdo con Gregorio tanto paganos como judaizantes aceptan εἶναι Λόγον Θεοῦ καὶ Πνεῦμα (la existencia de un Verbo y de un Espíritu), pero ellos no concuerdan con la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ Λόγου según el hombre, porque les resulta increíble e indigno. Deducen de ello el rechazo de la condición humana del Hijo. En efecto, a raíz de este rechazo y/o aceptación Gregorio asegura la libertad que tiene el hombre ante la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ cuyo culmen es la Encarnación del Λόγος (6,1)[10].
En suma, la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ da a conocer en el hombre la mezcla de inteligible y de sensible, es decir nuestra condición de creaturalidad narrada en el Génesis, además nos permite comprender nuestra elevación de lo terrenal a lo divino porque Dios implantó en el hombre su aliento (ruah), extendiendo la Gracia a toda la Creación (6, 4)[11].

2.      El lugar de la Encarnación del Hijo en la οἰκονομία del misterio de Dios

El evento de la Encarnación del Hijo es fundamental en la οἰκονομία divina[12]. Al mismo tiempo, en este evento está presente la salvación del hombre porque él no puede salvarse a sí mismo. Con la Encarnación se explica el cómo y por qué ha llegado la acción redentora al ser humano (17, 1)[13]. Para simplificar, Aquel que se encarnó, creció y murió es el que salva a la humanidad de la Muerte (καὶ τῇ τοῦ θανάτου πείρᾳ σώζων τὸν ἄνθρωπον).
Gregorio habla sobre el evento Cristo en su totalidad, afirmando que en la Encarnación se revela el descenso de lo divino. Pues, en el Misterio de la Encarnación la divinidad se mezcla con la humanidad (11, 1)[14]. El Hijo toma nuestra condición humana, por tanto, de la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου τοῦ Θεοῦ nadie puede avergonzarse, Dios nos enseña que nació en un hombre y es el mismo Dios que seguimos creyendo. Es el Dios que está en todo, mirando el universo. Al respecto Gregorio hará la pregunta retórica: τί ἐπαισχύνον τῇ οἰκονομίᾳ τοῦ μυστηρίου τοῦ θεὸν ἐν ἀνθρώπῳ γεγενῆσθαι διδάσκοντος τὸν οὐδὲ νῦν ἔξω τοῦ ἀνθρώπου εἶναι πεπιστευμένον; (25, 1)[15].
Para el Santo, aun no logramos descifrar la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου de la Encarnación porque no comprendemos de qué manera la divinidad se mezcla con el hombre. Sin embargo, no deja en dudas que el λóγος se haya encarnado en una naturaleza de hombre (11, 2)[16]. Sólo que este μυστήριον supera el método racional (25, 2)[17] y por eso el Santo pregunta: ¿cuál es el efecto de la eficacia de la economía del misterio de Dios en el hombre? (τί ἐπαισχύνον τῇ οἰκονομίᾳ τοῦ μυστηρίου τοῦ θεὸν ἐν ἀνθρώπῳ). No obstante, desde la convicción que nace de la fe Gregorio reafirma que el Hijo encarnado nació en un parto, fue nutrido, creció y también pasó por la experiencia de la muerte, a saber, liberó al hombre del Pecado, para hacernos parte de la vida de Dios, evidenciando así que la Encarnación traduce la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου.  A propósito, Gregorio sostiene que la Encarnación sólo adquiere su significado soteriológico después de la Resurrección.
En fin, desde el punto de vista de la οἰκονομία divina, la Encarnación es apropiada, consistente y lógica, de hecho, necesaria. De lo contrario, la voluntad salvífica de purificar y reconstruir la naturaleza caída no sería totalmente efectiva.
Como objeción, Gregorio rechaza una descripción y explicación de la realidad de la unión de Dios y el hombre, ya que trasciende todo pensamiento y especulación humana. Sin embargo, este razonamiento no debe aplicarse al resto de la Oratio Catechetica Magna ya que generalmente no se detiene a analizar este misterio. Él solo rechaza la explicación por razones catequéticas.
Obviamente, plantea que los problemas cristológicos eran demasiado complicados (conocía Eunomio y Apolinar) para los destinatarios, que podían prescindir de estas explanaciones especiales. Pero él se esfuerza por presentarlo de una manera lógica y rigurosamente exacta y conceptualmente precisa. En estricto rigor intentó exponer la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου de la unificación de Dios y el hombre en la Encarnación.

3.      El misterio de Dios sobre la οἰκονομία de la muerte

               En dos ocasiones, Gregorio habla de la muerte de Cristo, pero sólo para defenderla de toda adversidad (32, 6)[18]. En ambos casos, sin embargo, también va a tratar de la resurrección. Únicamente en el capítulo XXXII entra más estrechamente en la crucifixión (σταυρόω) de Cristo. En verdad cuando habla de la muerte en cruz, Gregorio apunta a la resurrección, que proporciona el verdadero significado de la salvación. En suma, la muerte es y sigue siendo simplemente el prerrequisito necesario para la resurrección. 
               Para tratar sobre οἰκονομία τοῦ θανάτου[19], Gregorio lo hace con base soteriológica. Para él, Dios tuvo que pasar por todas las peculiaridades del hombre, de lo contrario, el plan salvífico se habría quedado solo a medias. Dios nos ha devuelto la vida con su muerte. 
               Cuando la divinidad decidió caminar entre los hombres necesariamente tuvo también que pasar por la muerte (32, 2)[20]. Luego sin la muerte de Cristo no hubiera llegado la otra vida (Resurrección). Pero, la οἰκονομία τοῦ θανάτου únicamente es comprensible desde el proyecto de la salvación trazado desde el inicio de la creación. Dios no nació porque él necesitaba vivir sino porque nosotros necesitábamos de la Vida (ζωή), con su poder resucitó al hombre entero (32, 3)[21].
Gregorio habla sobre el misterio de Dios en la οἰκονομία de la muerte (32, 6)[22] como un momento oportuno en el que se reúnen las diferentes naturalezas de los seres en un solo acuerdo y una sola armonía (ὅτι ὁ ἐπὶ τούτου ἐν τῷ καιρῷ τῆς κατὰ τὸν θάνατον οἰκονομίας διαταθεὶς ὁ τὸ πᾶν πρὸς ἑαυτὸν συνδέων τε καὶ συναρ μόζων ἐστί, τὰς διαφόρους τῶν ὄντων φύσεις πρὸς μίαν σύμπνοιάν τε καὶ ἁρμονίαν).
Finalmente, en perspectiva de la οἰκονομία τοῦ θανάτου resaltará que la Cruz (en la cual Jesús murió) tiene una dimensión cósmica porque su efecto abarca toda la hondura, la altura, la anchura y la largura del universo, conforme se lee en Filipenses: "En el nombre de Jesucristo se doble toda rodilla, en los cielos, en la tierra y en el abismo” (32, 7-11)[23].
En resumen, aquí está presente el misterio del plan providente de Dios (16, 9)[24] sobre la muerte y sobre la resurrección de entre los muertos (Καὶ τοῦτό ἐστι τὸ μυστήριον τῆς τοῦ Θεοῦ περὶ τὸν θάνατον οἰκονομίας καὶ τῆς ἐκ νεκρῶν ἀναστάσεως), que ahondaremos más en el siguiente capítulo.

4.      El centro de la οἰκονομία: la resurrección de Cristo y sus efectos

En dos momentos durante su apología de los eventos de Cristo, Gregorio habla de resurrección (Ανάστασις) de Cristo (16, 7-9)[25]. Y ambos momentos están relacionados con la defensa de la muerte de Cristo contra la postura que no acepta el hecho indecoroso de la crucifixión del Hijo. En efecto en dichas ocasiones son utilizados más catequéticamente los argumentos.  Esto corresponde al hecho que Gregorio considera la resurrección como el centro de la οἰκονομία. Pues, por medio de la resurrección regresamos a la vida eterna (Ζωή αἰώνιος).
Seguidamente, Gregorio intenta describir el evento central de la fe cristiana y en su explicación abarca tanto la resurrección de Cristo como la de todos los hombres restaurados. Indudablemente, este evento salvador tiene como requisito previo la unión de las dos naturalezas en Cristo. Además, sostiene que la vida del hombre como alma y cuerpo estará en comunión permanente con Dios.
Así como la muerte entró a causa del pecado y atañe a todo hombre, también la resurrección se extiende a toda la humanidad (16, 8)[26]. En sintonía con lo anterior, Gregorio enfatiza la inestabilidad de la muerte, que explica refiriéndose a la tipología de Adán-Cristo de Romanos 5. Por eso, en un cierto sentido Gregorio formula con mucha cautela, que la resurrección de Cristo tiene un significado que va más allá de nuestra comprensión. 
En consecuencia, para él, la resurrección ocupa el centro de la οἰκονομία[27] y la explica con la siguiente formulación: el cuerpo y el alma se han reunido en Cristo, por su poder la unión de lo separado pasa igualmente a toda la naturaleza humana (16, 9)[28], por la resurrección se da el punto de encuentro, que había sufrido disolución por obra de la muerte.
Finalmente, en Gregorio la resurrección pasará a ser un Principio (ἀρχή) que se aplica a toda la humanidad; propiamente en el capítulo 32 aclara hasta qué punto la resurrección es un principio para toda la humanidad, en la que por un ser humano (Cristo) toda la humanidad fue redimida. Ella no es solo una posibilidad, sino que es el nuevo principio activo de Dios, que Él llevará a su fin, eso debido a la infinitud de su bondad, de su amor por la naturaleza humana.
En definitiva, la resurrección es el misterio de la οἰκονομία redentora de Dios. Cristo termina con la muerte y desencadena el nuevo principio de la resurrección que genera la vida. Ahora, la humanidad decaída ganará su participación en la vida divina.

5.      La relación de Encarnación, Muerte y Resurrección en la οἰκονομία divina

En lo que se ha mostrado hasta ahora, la resurrección de Cristo se ha establecido como el evento salvífico decisivo de la οἰκονομία divina. Por lo tanto, ahora se puede preguntar qué significado se le da a la muerte y la encarnación desde la resurrección[29].
Ahora bien, la muerte (οἰκονομία τοῦ θανάτου) y la resurrección (Ανάστασις) de Cristo son dos eventos que no se pueden separar. Es decir, sin la muerte, la resurrección no podría tener lugar. Debido a que la resurrección está necesariamente relacionada con la muerte, negarla sería una falacia (8, 3-4)[30]. Con esta premisa Gregorio responde a quienes no aceptan (Eunomio y Apolinar) la muerte del Hijo porque sería indecorosa (IX, 1: τὸ γὰρ θεοπρεπὲς τῆς ἐκ νεκρῶν ἀναστάσεως διὰ τὸ περὶ τὸν θάνατον ἀπρεπὲς οὐ προσίενται).
Conviene aclarar, que el efecto creador de la vida no proviene de la muerte, sino de la resurrección de Cristo, sin embargo, la muerte es condición indispensable para la resurrección y, por lo tanto, para la salvación del hombre. Quizás, Gregorio aquí no apunta al tema sacrificial sino en que Jesús tenía consciencia que le esperaba la Muerte.
Entonces, la relación de lo que venimos hablando consistiría en lo siguiente: la Muerte únicamente puede pasar si es precedida por la encarnación. A su vez, Cristo tuvo que pasar por la muerte para que acontezca la resurrección[31]. Luego, para Gregorio, la misma encarnación tiene como horizonte la superación de la muerte; por eso se preocupará del significado de la resurrección para poder transmitir el sentido de la encarnación (9, 1-2)[32].
Aquí encontramos la clave del pensamiento de Gregorio sobre la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ, todo lo que es, y sobre todo su finalidad, en ella está resuelta la salvación de todos porque tiene un carácter universal.

III.             Conclusión

En el tema de la doctrina de la οἰκονομία τοῦ Θεοῦ, prácticamente, trata sobre la acción divina. Nos permite reconocer que la creación del mundo es un acto de amor y la misma vida humana dañada por el pecado experimenta la salvación por medio de la encarnación, muerte y resurrección de Cristo.
Llama la atención cómo Gregorio abordó los puntos neurálgicos de la doctrina cristiana contra sus oponentes eruditos, que tergiversaban o malentendían la acción divina recibida y transmitida por la tradición eclesial, sobre todo al respecto de Hijo.
En la οἰκονομία reconocemos el plan salvífico, que revela nuestra condición de creaturalidad, esto es, desde el inicio Dios tiene un proyecto de amor que permea toda la Creación.
Comprender bien la οἰκονομία τοῦ μυστηρίου implica traducir la vida cristiana en una espiritualidad encarnada, no etérea, porque el Logos tomó nuestra condición humana, involucrándose con la historia del hombre. Sólo que este μυστήριον supera nuestra razón.
Después, la οἰκονομία τοῦ θανάτου únicamente en clave de la salvación debemos comprenderla. Implica reconocer la muerte como un paso más para nuestra plena redención.
Finalmente, la resurrección ocupa el centro de la οἰκονομία porque es el μυστήριον que nos hace participar plenamente de la vida divina, otorgándonos la salvación eterna y la comunión permanente con Dios.

IV.             Bibliografía

Fuentes primarias:

Libros
  1. Winling, Raymond. Discours Catéchétique. Paris: Éditions du Cerf, 2000.
2.      Gregorio, de Nyssa, Santo. La gran catequesis. Madrid: Ciudad Nueva, 1994.

Fuentes secundarias:

Libros
1.      Jakob Kees, Reinhard. Die Lehre von der Oikonimia Gottes in der Oratio catechetica Greogors von Nyssa. New York: E.J. Brill, 1995.
2.      Tomislav. Koljatic Maroevic «Vida, muerte y resurrección en la Gran Catequesis de Gregorio de Nisa». Tesis de Licenciado en Teología Dogmática. Pontificia Universidad Católica de Chile, 1995.
Artículos
3.      Zañartu, Sergio. «El Dios razonable de la gran catequesis de Gregorio de Nisa». Teología y Vida, Vol. XLV (2004), 564-604.
4.      Maspero, Giulio. «θεολογία, οἰκονομία e ἱστορία: La teologia della storia di Gregorio di Nissa». Tesis Doctoral. Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, 2003.











[1] El desarrollo de esta sección está basado en los capítulos: 5, 1; 6, 4; 10,3; 23, 4; 24, 1; 34,3.
[2] 51.
[3] Cf. Gregorio de Nyssa, Santo. La gran catequesis. (Madrid: Ciudad Nueva, 1994).
[4]Sobre la relación entre Theologia y Oikonomia puede verse en: Jakob Kees, Die Lehre von der Oikonomia Gottes in der Oratio catechetica Greogors von Nyssa (New York: E.J. Brill, 1995), 58-63.
[5] Al respecto de la οἰκονομία como historia de la acción divina puede profundizarse en Giulio Maspero, «θεολογία, οἰκονομία e ἱστορία: La teología della storia di Gregorio di Nissa» (Tesis Doctoral, Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, 2003), 301-439.
[6] Cf. Gregorio de Nyssa, Santo. La gran catequesis, 14,2 (Fu P 14 p. 96).
[7] 72.
[8] Sobre los argumentos contra el politeísmo griego y la incredulidad judía puede analizarse en: Sergio Zañartu, «El Dios razonable de la gran catequesis de Gregorio de Nisa», Teología y vida, Vol. XLV (2004), 564-604.
[9] 79.
[10] 56.
[11] 57.
[12] En esta parte del análisis están presentes los capítulos: 9,1-2; 25, 1; 17, 1; 25,1-2.
[13] 85.
[14] 73.
[15] 98.
[16] 74.
[17] 98.
[18] 114.
[19]La muerte de Cristo es ampliamente tratada en 16, 9; 32, 2.3.6.7-11.
[20] 112.
[21] 113.
[22] 114.
[23] 114-116.
[24] 81.
[25] 81-83.
[26] 82.
[27] Para comprender más sobre la resurrección como centro de la οἰκονομία conviene ver: 16, 7-9; 32, 1-10.
[28] 82.
[29] Para escudriñar mejor la relación propuesta puede consultarse los cc. 8, 3-4; 9, 1; 9, 1-2.
[30] 64.
[31]Cf. Koljatic Maroevic Tomislav «Vida, muerte y resurrección en la Gran Catequesis de Gregorio de Nisa» (Tesis de licenciatura en Teología Dogmática, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1995), 10-20.
[32] 73-74.











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